viernes, 27 de mayo de 2011
viernes, 20 de mayo de 2011
Tramas
Tramas
Santa Clara es el más fácil todo al derecho jersey una hilera al derecho otra al revés atendeme en qué estás pensando. Aún llegaba, desde la muda hondonada del tiempo, la voz de mi madre. Uno al derecho otro al revés punto arroz. Ahí me daba hambre y trataba de inducirla a cocinar. Yo era una negada para los tejidos, las texturas. Mamá estaba en una punta de la vida, sosteniendo sus lanas de colores y yo, en la otra, aferrada no sabía a qué.
Ella terminó la bufanda para mi clase de actividades prácticas después de componer mis zafarranchos: uno al derecho otro al revés acá hay dos puntos repetidos no ves que el dibujo de la trama se pierde.
Yo no quería tejer, me aburría. En su mundo las hijas seguían el derrotero de las madres: como la abuela, ella cuidaba la quinta, el jardín, los animales; en los ratos libres, tejía. Yo me hamacaba alto, bien alto, y el viento moteaba de rojo mis mejillas. Un año, me regalaron una novela por ser la mejor de segundo grado: era mi primer libro verdadero, con pocas ilustraciones y un aluvión de palabras que me precipitaban en la orilla de una enarbolada rebeldía.
Tenía que leer, no podía dedicarme al tejido, mucho menos a las plantas: echar las semillas, regar cada dos días, vigilar los brotes.
Pasá el hilo de arriba abajo a la aguja derecha y hacelo deslizar a través de la lazada en la aguja izquierda. Casi todos los días con el cantito, mientras yo trataba de armar un relato aunque nunca me conformaba el resultado.
Ahora la casa mostraba su vacío. Un hálito helado se deslizaba desde los muebles hasta mi espalda. Mamá ya no estaba; las paredes desnudaban su orfandad de colores. A través de los visillos comprobé que ni el naranjo ni el limonero habían dado flores todavía. Me volví hacia los cajones del armario: iba a tratar de ordenarlos para que se ordenara la nostalgia. Detrás de un montón de papeles arrugados, se hizo visible un tejido a medio terminar: una hebra de lana se fue desovillando entre mis dedos y llegó hasta esta hoja donde había empezado a urdir la trama de un relato. En cadenas apretadas las palabras exigían otros eslabones. Cuando retomé el hilo de la historia, traté de tensarlo desde el comienzo hacia el final. Era como el retorno de una voz antigua, como si un par de agujas se pusieran otra vez en movimiento haciendo crecer la belleza y el abrigo del tejido: no el más fácil algún punto más complejo que no se pierda el hilo que aparezca el dibujo de la trama.
Al dejar de escribir, abrí la ventana, vi que el reverbero del sol desleía las huellas del invierno y desplegaba azahares tardíos en los árboles del jardín.
Acerca de mí
Acerca de mí
Quise presentarme con un poema. Lo que hice en mi vida se sigue haciendo en mí : docente de Literatura, sembradora de afectos que me contuvieron, buscadora de intersticios para participar en programas de radio, exposiciones itinerantes sobre el libro, jornadas de poesía, antologías de cuentos. A través de esta página, convoco a potenciales lectores al goce de la palabra.
Quise presentarme con un poema. Lo que hice en mi vida se sigue haciendo en mí : docente de Literatura, sembradora de afectos que me contuvieron, buscadora de intersticios para participar en programas de radio, exposiciones itinerantes sobre el libro, jornadas de poesía, antologías de cuentos. A través de esta página, convoco a potenciales lectores al goce de la palabra.
Arce
Arce
antes que la crudeza del invierno
tus ramas desnude para el viento
antes que el silencio de las aves
te descobije de gorjeos
transmuta la redoma de la tierra
despojos minerales
en la sangre de tus hojas
alquimia fugitiva
que desvela mi sustancia de poeta
Arce
Arce
antes que la crudeza del invierno
tus ramas desnude para el viento
antes que el silencio de las aves
te descobije de gorjeos
transmuta la redoma de la tierra
despojos minerales
en la sangre de tus hojas
alquimia fugitiva
que desvela mi sustancia de poeta
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